Una lágrima se derrocho turbiamente desafiante por su mejilla hasta terminar en al remera de su amado, alzó la vista, quizá él lo había notado, pero sin sorpresa sus suposiciones eran incorrectas pues, lo encontró con el rostro calmo y sereno como el de un niño que se hunde en sus más profundos sueños. Se respiraba un aire pesado y hasta Kafkiano. Todo le pesaba, desde el rojo de sus venas hasta esas malditas gotas que caían arruinando todo a su paso; como olas que destruyen ciudades, su ciudad. Mientras él melódico sonido de su respiración se reproducía cual canción comenzó sin cierto sentido, a preguntarse el porqué de la situación; ¿por qué no escucha?, ¿por qué se sentía tan mal?, ¿por qué le pesaba tanto el corazón?. Como una estrella fugas tomó impulso y yerguendose en su estatura saco la voz sumergida en lo mas profundo de su ciudad y le grito sus lágrimas, pero él no el no escuchaba; lo miro con los ojos ahogados, pero él no la miraba. Nuevamente se encontraba en la habitación llorando en el pecho de un hombre que siquiera se percataba de su existencia; cuatro paredes, remeras húmedas y perfumes de recuerdo.
Mente pensante:
Paradoja: cielo azul. Si, un cielo azul sobre un techo del olvido. Basta, basta, ya no, dejemos de llorar no vale sufrir de tal forma sin una razón concreta; hay que entendernos para poder entenderlo; ¿cuál es el problema?, ¿sexo?, ¿confianza?, ¿polvo de hadas?; no cobra sentido, quizá él es igual al otro, aquel que me dejo sola, no... él no me dejaría sola... Lo hizo una ves, ¿porque no otra?; ay no otra vez (Llanto); basta! NO MAS, no tiene ningún sentido. (Otra vez sintió la fricción de sus pieles, conectándose como si él no estuviera dormido y recordó que aún su mano acariciaba con excesos de ternura su suave mejilla, levantó la vista; vio su rostro, con los parpados cerrados. ) Mi primer amor... ¿Qué ? NO NO niña no nos equivoquemos esto no es amor. Claro que sí míralo es perfecto. Cometes el mismo error, caes y después lloras. ( Sus dedos recorrieron su rostro y procuró sentir cada paso: comenzó por levantar sus gruesos cabellos para verlo en su totalidad. Con extrema suavidad, se deslizó por la nariz, la que él tanto odiaba y a ella le parecía simplemente perfecta; luego sus mejillas, en esos dos cachetes de algodón en los cuales ella hundía sus labios; y por último, sus labios recordó claramente la primera vez que los notó: una tarde cansada de ser tarde, un corazón libre y listo para se flechado y expectativas inconscientes. Esa tarde él no la había saludado siquiera con un beso en la mejilla seguramente por esa razón ella no podía sacar sus ojos, de su boca, de esos labios rosas que aturden pidiendo a gritos ser probados. Esa sonrisa tan increíblemente única y contagiosa, él la hacia reír) Supongo que fue eso lo que me atrajo de él. Lógico que si pero también te gustaba su forma de pensar y en ningún momento sacaste la atención de esa mirada profunda que tanto te calmaba. (Recordó como si hubiera sido ayer: pesados en el alma de tanto andar y con el corazón que saltaba de contento celebraron la alegría abrazados mirando el cielo en una escalera del barrio, él se percató de que ella lo estaba observando, las manos del chico sujetaron sus rostro y la besó con ternura). Ah no, imposible un perfecto tramposo es mas que obvia la idea de que me enamoro con ese beso. Si, pero bien que te hiciste la desentendida. Es que en cierta forma, no había nada que entender, todo era una lluvia de rosas, todo era construir, pero él a lo largo de los meses se encargo de destruirlo todo.
Dejó de ser turista, él había abierto los ojos y todo volvía como antes excepto por una cosa, ella ya no podía controlar su llanto.